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Este tercer libro sigue el hilo argumental de los dos anteriores, LA TIRANÍA DEL ESPÍRITU y EL LUGAR MÁS TRANQUILO, de manera que, con todo rigor y derecho, constituyen una unidad que, en mi opinión, supera lo que tradicionalmente se viene en llamar trilogía. El humor tiene mucha culpa de ello. 

Además del fino gusto literario, de las anécdotas y los elementos históricos que contiene, de la ficción aglutinante, TODOS RECIBEN constituye una magnífica ocasión para reflexionar sobre la cuestión social. 

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TODOS RECIBEN

O LA INVITACIÓN

A FORMAR PARTE

DE UNA NOVELA

por Juan Carlos Rincón Marinas

La expresión se convierte,

de forma sutil, en la guía con la que el lector se ve arrastrado a una posición participativa, invitándole a formar parte de la novela y quedando despojado de la pasividad del espectador.

La acción e intriga del primer volumen, LA TIRANÍA DEL ESPÍRITU, con el crimen del castillo y las complejas relaciones sociales y políticas de la burguesía catalana de entresiglos, aderezada con la crisis social de la lucha de clases en esa sociedad industrial, se presentan como definitorias de una línea argumentativa en los tres que es única.

El desfile masivo de personajes históricos o inventados de ninguna manera interrumpe ni perturba el relato, ni supone una dificultad en la lectura ágil de la novela. La lista es larga: el matrimonio formado por el pintor Ramón Casas y Julia, el rey Alfonso XIII y su fiel colaborador Sagrajas; policías y guardias civiles como el comisario Suances, el sargento Pisón y el intrépido cabo Doblas, que se encuentran con un protagonismo ni imaginado ni buscado; políticos como Cambó y Maura; anarquistas como Oliver y Partal; artistas como el poeta Maragall y el arquitecto Domènech y Montaner; ideólogos como Peius; militares como Bargés Dupain o Díaz Bermejo; burguesas comprometidas con la catolicismo social como Eulalia Recasens; amantes de la charla como el banquero Sangenís y el abogado Carbó; y uno de los narradores, el periodista Chavarri.

Es una época en que la que el pacto bipartidista entre Cánovas y Sagasta acuna y enquista corruptelas que generan conflicto social (y su respuesta con el nacimiento del PSOE y del anarquismo), y que provocan los movimientos migratorios del campesinado en busca de mejores condiciones de vida, para encontrarse en las grandes ciudades con la subyugación a la burguesía como mano de obra barata en condiciones vitales deplorables ante el recorte de libertades.

En Cataluña, la burguesía encuentra en el catalanismo conservador una manera de canalizar sus deseos y aspiraciones.

Desconozco el momento de su redacción si el autor pensó en los acontecimientos políticos en Cataluña durante los últimos años. Pero no se puede dejar de relacionar el relato de la novela TODOS RECIBEN con todos ellos. Quiero recordar aquí el comentario de Ignacio Gamen: “¿Quién dijo que los pueblos que olvidan su pasado repiten su historia?”.

Afortunadamente, no se han revivido los episodios de violencia protagonizados por los anarquistas en la novela, pero el paralelismo entre el hervidero de ideas políticas en ambos casos es innegable. La persistencia de males sociales y políticos en un sistema en que unas clases determinadas ejercen su supremacía sobre las demás, y lo hacen de forma desmesurada, provocan el conflicto social, sea cual sea el vestido ante el que se presentan públicamente, por destruir su propia base de sustentación.

Así, la lectura de esta obra es una magnífica ocasión para disfrutar de la acción, al mismo tiempo que para adentrarse en uno de los periodos más  interesantes y olvidados de la Historia de Cataluña y de España.

Pero cuidado, porque TODOS RECIBEN. Hasta nosotros, los gozosos lectores.

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