EL PIANO DE JULIA
A Julia le gusta
tocar piezas de Schubert y Satie
Ramón Casas,
Femme au Piano, 1898.
Fue expuesta en la Sala Parés.
En las novelas de la trilogía se habla de un piano en el que Julia
aprende a tocar.
Escribe Pedro Chavarri en su libreta sobre
su tardía afición a la música:
Digo esto porque la primera vez que escuché a Julia al piano descubrí con sorpresa que esconde a una mujer torturada que no se limitaba a tocar con una destreza aprendida. Es decir, cuando ejecuta melodías de Mozart, Schubert o Chopin la escucho a ella, no a los autores. Como es natural, no me ha hablado de su pasado ni yo le pregunto, no puedo hacerlo en mi calidad de profesor, tampoco en la de invitado habitual a su casa, pero lo he sentido muy vivo a través de sus notas. Por Casas sé que no tiene amigas, hermanos o parientes cercanos, lo cual es muy sospechoso, y eso hace que a ella las paredes de su casa se le asemejen a los muros de una hermosa prisión.
El hecho de que Julia toque tan bien es de por sí muy sorprendente, ya que no tenía conocimientos antes de casarse. No empezó muy pronto, como hacen los niños de buena condición para satisfacer los anhelos frustrados de sus progenitores, o más tarde, cuando descubren gustos y habilidades que le son propios y los defienden. Según me contaron, la cosa fue así: en la casa había un piano que el pintor compró para que tocaran sus amigos Albéniz y Granados y Julia por su cuenta empezó a dedicar las pesadas horas de la tarde a encontrar bellas sonoridades en sus teclas. Al ver lo mucho que disfrutaba, Casas le aconsejó que tomara clases y contrató a doña Mercedes Pamies, una mujer conocida por ser una gran pedagoga de la enseñanza musical.
Eso demuestra que hay personas que poseen sensibilidades que desarrollarían si apareciera la oportunidad propicia. ¿Cuántos genios no conoceremos nunca por no habérseles presentado? Es una lástima; si el mundo se basara en principios científicos y artísticos en vez de sociales, económicos y políticos, el género humano progresaría más rápido. No todos los niños van a la escuela, y los que lo hacen tienen que dominar la aritmética y la geometría, disciplinas que no gustan a la mayoría. ¿Y qué decir de las niñas adoctrinadas en colegios de monjas para ser amas de casa serviles para con sus maridos? Se les amputa la posibilidad de crecer culturalmente, de hacer el bachillerato e ir a la universidad como hacen los varones de su misma especie.
Me doy cuenta de que por un lado está la Julia real y por otro la Julia que su marido pinta.
Enrique Granados
Biblioteca Nacional de Francia.
Enric GRANADOS
Biblioteca Nacional de Francia
Joan GAY
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El piano de Julia. Eso me ha llevado a investigar sobre los compositores y pianistas que hubieran podido tocarlo en un momento u otro por ser amigos de Ramón o haberles hecho dibujos al carboncillo y esta sería una posible lista. Si clicáis en los enlaces escucharéis la música que puede que interpretaran en el salón de Julia y Ramón Casas, entre ellas he puesto una grabación del pianista Adrià Perea:
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