El profesor de la asignatura de Historia propuso, para llevar a cabo estas Navidades, la lectura de una novela histórica. Yo he leído el libro titulado “La tiranía de espíritu” escrito precisamente por mi profesor de esa asignatura, Jorge Navarro Pérez.
Se trata de una novela histórica, ya que relata hechos históricos de un período de la historia de España, ambientada en Barcelona y en mi municipio, Castelldefels, aunque en esa época era solo un conjunto de casas dispersas y humildes. En concreto, el periodo es prácticamente los principios del siglo XX.
La novela transcurre poco antes del “desastre”, que dio lugar a la pérdida de Cuba, Puerto Rico y Filipinas. Nos situamos en plena restauración borbónica que recordamos había empezado con el pronunciamiento de Arsenio Martínez Campos (presente en la novela) en Sagunto. Cánovas del Castillo y Práxedes Mateo Sagasta se alternan la presidencia del Consejo de Ministros según convenga mediante el falseamiento electoral con alcaldes y caciques.
A partir de un hecho real sucedido en Castelldefels, se va desarrollando una historia con unos personajes, en una época con muchos cambios en la sociedad española y catalana, con muchas tensiones políticas y sociales.
LAS IDEAS DE ERIK ALTELARREA
(o el profesor evaluado por su alumno)
El atentado del Liceo fue un golpe orquestado contra la burguesía, puesto que solo los oligarcas se podían permitir ir a la platea del Liceo, lugar en el que explotó una bomba el 7 de noviembre de 1893, dejando un balance total de 20 muertos; el autor fue Santiago Salvador.
Además, tenemos una gran presencia de altercados civiles como el atentado del Liceo o el intento de asesinato del gobernador civil de Barcelona, Larroca, en los que están muy presentes los anarquistas. Pese a que hubo más atentados, estos hechos son los más influyentes en la novela.
En la novela se mezclan hechos y personajes reales con otros ficticios. Incluso los reales son distorsionados o moldeados por el autor para que tengan cabida en la trama. Pero todo es verosímil: los personajes, los hechos, el contexto o los lugares. No hay nada fantasioso que diste tanto de la realidad de manera que creamos que es falso. Todo lo que se explica podría haber pasado perfectamente.
El atentado contra el gobernador Larroca también cobra gran importancia, el 25 de enero de 1894 el anarquista Ramón Murull trató de asesinarlo tiroteándolo, pero únicamente sufrió heridas leves.
A veces utiliza frases o palabras en catalán, entrecomilladas y en cursiva, dichas por los personajes de menos categoría social. Así se hace ver que el catalán se hablaba únicamente en familia o los que, pero que la gente importante hablaba castellano, mostrando, así, una clara situación de diglosia.
Además de novela histórica, es una novela de intriga que te mantiene atento a la lectura y consigue que no pierdas el interés, sino que lo va aumentado a medida que avanzas.
Para que el lector comprenda la trama, el autor le proporciona en los primeros capítulos los elementos necesarios -fotografía de la sociedad y situación política- para que se contextualice en la época en la que sucede. La novela tiene una estructura tradicional, presentación, nudo y desenlace.
La novela tiene siete capítulos o libros. El último está dedicado en exclusiva al narrador. En ese capítulo se descubre que un narrador que había permanecido en los anteriores capítulos como alguien externo a la historia, como narrador omnisciente.
En cuanto a los personajes de la novela, yo diría que hay dos principales, el protagonista, el barón Amadeo Castellfullit, y el pintor Ramón Casas, y otros de todas las clases sociales. No hay descripciones extensas de ellos, no abusa de adjetivos al describirlos. A pesar de eso, cuando he leído la novela me he hecho una idea de cada uno, como si me los imaginara mentalmente, porque están muy bien creados.
De esta manera, de todos ellos nos muestra el lado bueno y el malo: tanto de los que están en el estamento social más alto, como de los que están en el más bajo. Todos tienen secretos, dudas, miedos, participan en conspiraciones. Todos tienen algo que ocultar o algo que agradecer. Todos son humanos. El autor es benévolo con ellos, no quiere que veamos solo las maldades, o la corrupción, o los grandes intereses.